La partida la travesía

Abiatzea
Abiatzea

"Uso martxanta» o el "comerciante de palomas"

La emigración del siglo XIX fue organizada y favorecida por los agentes de la emigración. Empleaban a subagentes que recorrían pueblos y mercados pregonando Eldorado, promesa de triunfo social. Se les llamaba "uso martxantak" "los comerciantes de palomas", ave migratoria, refiriéndose al hombre que parte.

 

Agentes y sub-agentes de emigración hacia el 1890
Agentes y sub-agentes de emigración hacia el 1890

¿Contratistas interesados o simples intermediarios? En ambos casos, los agentes de emigración tienen un doble papel: Reclutar y facilitar la partida de los emigrantes. Entre los años 1865-1870, el fenómeno de la emigración se amplia.

La ley sobre la emigración de 18 de julio de 1860 así como las siguientes, marcan la voluntad del gobierno francés de controlar la emigración, la actividad de los agentes de emigración y las condiciones de transporte de los emigrantes.

Se ordena una encuesta administrativa en el distrito de Mauléon (provincias de Zuberoa y Baja Navarra) del departamento de Bajos Pirineos, (Pirineos Atlánticos desde 1970), dicho distrito era el principal proveedor de emigrantes. El objetivo es conocer mejor este fenómeno migratorio que suscita fuertes inquietudes sea del lado de la República (sangría demográfica para el campo francés y la insumisión al servicio militar), así como por parte del clero que teme que los fieles en Argentina se alejen de las buenas costumbres así como la perniciosa influencia de los "Americanos" (indianos) cuando regresen a casa.

El 7 de enero de 1902, el Prefecto de Bajos Pirineos escribe al Subprefecto de Mauléon:
"De las informaciones que me han llegado, se desprende que los agentes de la emigración a menudo hacen un uso abusivo de su autorización administrativa. Esto es altamente perjudicable para los intereses del Reclutamiento y hay que poner fin".

 

La iglesia también ve mal todas estas partidas, hasta tal punto que párrocos y misioneros cruzan el Atlántico para retomar el alma de los emigrantes. En 1857, cuatro misioneros de Bétharram desembarcan en Argentina. En 1905 es el turno de embarcar para Buenos Aires de las Sirvientas de María; son recibidas por miembros de la Euskal Etxea (la Casa Vasca).

¿Quién parte?

En 1892, en una sesión del congreso en París, el diputado Etcheverry elabora un balance oficial de la emigración en su departamento de Bajos Pirineos de 1832 a 1892.

Las cifras presentadas sólo reflejan parcialmente el fenómeno migratorio ya que no toman en cuenta la emigración clandestina, (concretamente a partir del puerto de Pasajes en Gipuzkoa), o la emigración no controlada, (algunas compañías no estaban sometidas la vigilancia del estado).

Breve Guia militar del emigrante, colección AD 64
Breve Guia militar del emigrante, colección AD 64

 

- Dos de cada tres emigrantes, entre las 79.000 partidas constatadas oficialmente durante este periodo, son Vascos.

- Hasta 1856, el 72% de las partidas son hacia el área de La Plata: Montevideo es el puerto exclusivo de llegada hasta 1849 en que se empieza a desembarcar en Buenos Aires.

- En los primeros años, las mujeres representan un número escaso (16% de 1832 a 1840), para alcanzar 38% de 1856 a 1864 y bajar a 30% en 1875.

 

 

 

 

 

Le Mauvais Retour
Le Mauvais Retour
- Los jóvenes están bien representados: de 1865 a 1877, el 40% de los emigrantes tienen entre 10 y 20 años.

La encuesta administrativa de 1900 confirma que los cantones más montañosos son los principales proveedores de emigrantes. En aquel año, más de la mitad de los que partían eran originarios únicamente de los cantones de Saint Jean Pied de Port y Saint Etienne de Baïgorry. La encuesta también confirma la preponderancia de jóvenes de sexo masculino.

 

 

 

 

 

 

 

Los archivos Apheça, un testimonio elocuente
Fondos Apheça, Colección del Museo de Baja Navarra
Fondos Apheça, Colección del Museo de Baja Navarra

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Baïgorry, a 10 de agosto de 1900

D. Guillaume Apheça

"Mi querido amigo:

Uno de mis amigos desearía poder embarcar a uno de sus hijos con destino a Buenos Aires en el buque que zarpará de Burdeos creo que el 2 de noviembre. ¿Tendría usted una plaza en la entrecubierta? y ¿a qué precio? Le ruego que me conteste a vuelta de correo. Los dos últimos lunes le estuve buscando por el mercado de Saint Jean Pied de Port y había bastante gente esperándole. ¿Irá el próximo lunes? Además, Pierre Goyenetche escribió a Pierre Etchepare de Bidarray que su hermano de usted, gracias al poder que le entregué, había cobrado treinta y pico mil francos que eran para mi clinete. ¿Le ha avisado su hermano? Desearía saberlo.
Reciba, querido Apheça, un cordial apretón de manos de su viejo amigo".


Fondos Apheça, Colección del Museo de Baja Navarra



Abiatzea
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Es a principios del año 1990 que el nuevo propietario de una casa en Béhasque, (cantón de Saint Palais), descubre un baúl repleto de viejos registros. A fin de que fueran examinados, los confía al doctor Urrutibehety, presidente de los Amigos del Museo de Baja Navarra. Se trata de los registros del agente de emigración Guillaume Apheça, (Domezain - 1828, Béhasque - 1919), responsable de las partidas y también la correspondencia mantenida con su hermano, Jean, negociante en Buenos Aires, que solía orientar a los recién llegados y que cobraba más o menos a corto plazo, el adelanto del precio de la travesía, que habían percibido los emigrantes.

 

Abiatzea
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Este reciente descubrimiento constituye un elemento esencial sobre la emigración a Argentina desde la Baja Navarra y Zuberoa. Deja entrever que el número de emigrantes a Argentina, que en su mayoría eran originarios de estas dos provincias, sobrepasa las 10.000 personas en la segunda mitad del siglo XIX.

 

 

 

Muchos pasajes se pagan a crédito debido al elevado coste del viaje. Guillaume Apheça pide por término medio 300 francos por billete, es decir, actualmente el equivalente de 900 euros. Los pasajeros parten en tres clases de pasaje (en cabina, segunda clase  y entrecubierta). Entre 1856 y 1910, la duración de la travesía va evolucionando, de tres meses (en velero) a veintidós días (barco a vapor). Las condiciones del viaje son duras y penosas, (mareos, falta de oxígeno, promiscuidad, mala alimentación).

Así es como los emigrantes descubren las primeras dificultades de su gran aventura.

Lamentos de un Vasco que parte a Montevideo

"Quizás nadie se atreva a hablar claramente del tiempo de la travesía y decir todo lo malo que hay que decir: patatas podridas, sardinas con ojos rojos, esto es lo que se nos ofrecía, nos daban arcadas. Con un nudo en el estómago, sin miedo a soñar demasiado ya que las tripas nos mantenían en alerta, las entrañas revueltas, el ojo oscuro, más muertos que vivos, así es como descubrimos Montevideo".

Naufragio del Léopoldina Rosa

Este barco, que zarpó el 31 de enero de 1842 del puerto de Bayona, naufragó el 9 de junio frente al cabo Castillos en Uruguay. De los 303 pasajeros, entre los que se encontraban numerosos emigrantes Vascos, 231 perecieron y sólo se salvaron 72.